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Las células madre son células que tienen la capacidad de convertirse en diferentes tipos de células en el cuerpo. Son fundamentales para la reparación y regeneración de tejidos dañados.

La ozonoterapia puede mejorar la circulación sanguínea, aumentar la oxigenación de los tejidos, estimular el sistema inmunológico, reducir la inflamación y combatir infecciones. También se usa para tratar enfermedades crónicas, dolores articulares, problemas de la piel, y más.

Cuando es administrada por profesionales capacitados, la ozonoterapia es generalmente segura. Sin embargo, como con cualquier tratamiento, existen riesgos potenciales y efectos secundarios, como irritación en el sitio de la inyección, dolores de cabeza, y fatiga. Es importante consultar a un médico antes de comenzar el tratamiento.

La ozonoterapia se puede administrar de varias formas, incluyendo inyecciones directas, insuflación rectal o vaginal, aplicaciones tópicas, y autohemoterapia (donde la sangre del paciente se mezcla con ozono y se reinyecta).

El número de sesiones varía dependiendo de la condición tratada y la respuesta del paciente al tratamiento. Generalmente, se recomiendan entre 10 y 20 sesiones para obtener resultados óptimos.